Se cumplen 20 años de la declaración de San Cristóbal de La Laguna como ciudad Patrimonio de la Humanidad, un reconocimiento de la UNESCO que situó a la antigua Aguere en el mismo nivel de excelencia patrimonial que urbes milenarias como Salamanca o Santiago de Compostela.
En diciembre de 1999 aprendimos a mirar a La Laguna con otros ojos. La declaración fue la culminación de un largo y arduo proceso en el que se implicaron todos los agentes sociales. Un éxito colectivo que culminó las aspiraciones de toda la ciudadanía y nos llenó de orgullo compartido. Desde entonces, los habitantes de La Laguna llevan a gala su condición de pertenecer a una Ciudad Patrimonio, única en el Archipiélago.
Pero si complicado fue el camino hasta la obtención de este título mundial, difícil ha sido también la senda recorrida durante estas dos décadas, en las que La Laguna ha dado cumplimiento a las exigencias de un reconocimiento, que es al mismo tiempo un premio y la asunción de compromiso. Nuestro gran reto es continuar avanzando en la defensa de nuestra riqueza patrimonial y urbanística y combinarla con el desarrollo, el crecimiento y las aspiraciones de una ciudad en permanente evolución y plenamente asentada en el siglo XXI.