El alumnado de 15 y 16 años de La Laguna diseña grafitis que respetan el patrimonio

La Concejalía de Patrimonio Histórico, que dirige Elvira Jorge, ofrece talleres prácticos al alumnado de cuarto de la ESO para combatir los grafitis vandálicos y sensibilizar sobre el cuidado de la riqueza de la ciudad

Mi ciudad en un grafiti

Los jóvenes de 15 y 16 años de La Laguna han comenzado a dar rienda suelta a su creatividad con la elaboración de grafitis colectivos. El trasfondo de esta actividad es el respeto al patrimonio.

El alumnado de cuarto de la ESO del IES San Matías, de hecho, ha acudido recientemente al exconvento de Santo Domingo: el objetivo es participar en el taller práctico que organiza el Ayuntamiento, que ofrece el grafitero Alexandre Carballo. Con esta formación, se busca concienciar a los menores sobre la importancia de cuidar y proteger la riqueza patrimonial de la ciudad

La Concejalía de Patrimonio Histórico, que dirige Elvira Jorge, ha retomado esta actividad este año. La crisis sanitaria provocada por el covid-19 había obligado a suspenderla en el pasado curso escolar. Esta iniciativa persigue “prevenir las pintadas vandálicas y sacar habilidades que están ahí», destaca la edil. «Todas y todos tienen actitudes e interés por esta forma de expresión, aprendiendo a respetar el patrimonio mundial desde otro punto de vista”, añade.

Un referente para enseñar buenas prácticas de arte urbano

Elvira Jorge acudió a la sesión ofrecida por Alexandre Carballo en Santo Domingo. Allí recordó que la intención es que todos los institutos del municipio participen en la treintena de talleres que se han organizado desde el área. 

De esta manera, este alumnado de La Laguna “contará con las estrategias necesarias para canalizar positivamente el uso de grafitis evitando el vandalismo. El arte urbano y el cuidado de nuestro legado pueden coexistir, y es fundamental sensibilizar para su conservación”, afirmó. Ese mensaje es el que se lanza a los menores, a través de “alguien que tiene experiencia en ese mundo y que sirve de referente para las chicas y los chicos”.

Alexandre Carballo, por su parte, puso en valor esta actividad, porque hace hincapié en que “no se pueden dañar casas históricas, con 300 400 años, ni poner una firma en un drago, mensajes en yacimientos arqueológicos ni en cualquiera de las partes del casco histórico lagunero.

De la teoría sobre conservación a la elaboración de grafitis

Este taller práctico forma parte del proyecto educativo ‘Mi ciudad en un grafiti’, puesto en marcha por la Concejalía de Patrimonio Histórico. Este programa se ha realizado con el apoyo del área de Medio Ambiente y la Asociación Adaris Canarias. Consta de dos partes y se está desarrollando durante el último trimestre de este año.

El edil responsable de Medio Ambiente, José Luis Hernández, explicó que desde su departamento “colaboramos en esta acción porque creemos que las instituciones tenemos la obligación de contribuir en la formación de las nuevas generaciones en el cuidado de nuestra riqueza. Esta es una manera de garantizar la conservación de ciudades amables y respetuosas con el medioambiente. Debemos erradicar los actos vandálicos de las paredes de nuestro municipio. Al mismo tiempo, debemos potenciar la creatividad y las expresiones artísticas, aportando formación e información. Asimismo, podemos habilitar espacios en los que nuestra juventud pueda desarrollar su creatividad sin dañar el patrimonio. Eso es también una manera de ser responsable con nuestro medioambiente”, resaltó.

En la primera fase de este programa educativo, el alumnado participa en una visita guiada por el casco de la ciudad para que conozca los valores históricos y patrimoniales. De esta forma, se busca que comprenda el deterioro que pueden causar los grafitis y pintadas, con ejemplos reales a lo largo del recorrido.

Posteriormente, una vez realizada la ruta, los chicos y chicas toman contacto con el espray a través del taller práctico. En él elaboran un primer boceto para, posteriormente, ser trasladado a un panel. Como en ediciones anteriores, la iniciativa finalizará con un concurso, en el que se seleccionarán dos paneles finalistas y un ganador. El equipo que se lleve el primer premio podrá dibujar su diseño en su instituto. 

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